El economista Gonzalo Bernardos advierte sobre el precio de los combustibles
Gonzalo Bernardos, profesor de economía en la Universidad de Barcelona, analiza el precio del combustible
El precio de la gasolina cae a mínimos desde febrero y el del diésel se desploma
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En agosto, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se moderó al 2,2%, marcando la tasa más baja del último año y una disminución de seis décimas respecto al mes anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta reducción en la inflación se atribuye principalmente a la caída en los precios de carburantes y alimentos, con una contribución notable de las rebajas fiscales implementadas por el Gobierno, como la aplicación temporal de un IVA del 0% al aceite de oliva. Esta medida ha influido positivamente en la inflación.
El IPC ha encadenado tres meses consecutivos de descenso tras alcanzar el 3,6% en marzo, abril y mayo. La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, también ha disminuido en una décima hasta el 2,7%. En términos mensuales, el IPC se mantuvo estable en comparación con el mes anterior, a diferencia del descenso del 0,5% en julio y el aumento del 0,5% en agosto de 2023. El presidente Pedro Sánchez y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, destacaron que estas cifras reflejan la eficacia de las políticas económicas del gobierno y al crecimiento robusto en la eurozona.
Caída en el precio de los combustibles
En España, los precios del carburante y del diésel han experimentado una notable tendencia a la baja durante casi un mes, una situación inusual dado el historial reciente de inestabilidad en los precios. Gonzalo Bernardos, profesor de economía en la Universidad de Barcelona, ha explicado las razones detrás de esta caída.
Según el economista, la principal causa es el mal desempeño económico de China, que junto con el Sudeste Asiático, son grandes consumidores de materias primas como el petróleo. Esta disminución en la demanda global se debe a un crecimiento económico limitado en China y una expectativa de recesión en Estados Unidos.
Bernardos también señala que, aunque la demanda global está disminuyendo y superando a la oferta, lo que impulsa a la baja los precios, esto no significa necesariamente que las gasolineras pierdan.
Durante los periodos vacacionales, cuando la demanda de transporte aumenta, las gasolineras y los distribuidores de petróleo tienden a beneficiarse económicamente. A pesar de la tendencia general a la baja en los precios, estos actores del mercado a menudo pueden mantener márgenes de ganancia elevados durante estos picos de demanda estacional.
Por lo tanto, aunque los precios de los carburantes bajen, la rentabilidad de las gasolineras puede seguir siendo alta durante estos periodos.
Crisis del transporte
El 24 de febrero de 2022, Rusia bombardeó el Donbás, dando inicio a la guerra de Ucrania, tras reconocer Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes.
Antes de este conflicto, el precio del litro de gasolina estaba en 1,497 euros y el del diésel en 1,474 euros, cifras que ya mostraban una tendencia al alza desde la pandemia. La invasión rusa disparó los precios a niveles históricos, alcanzando más de 2 euros por litro en junio de 2022 debido a la reducción en la producción de petróleo y gas por parte de Rusia y el aumento de la demanda europea.
En marzo de 2022, el precio del diésel superó al de la gasolina, un fenómeno inédito hasta entonces, impulsado por la cotización internacional del diésel y las sanciones de la ONU contra Rusia.
Previsión para 2025
En un contexto global incierto, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) pronosticó una caída en los precios de gasolina y diésel para 2024 y 2025 tanto en EE. UU. como a nivel mundial. A pesar de las dificultades recientes en el sector petrolero, que han mantenido los precios relativamente estables, los mercados se inquietaron tras las interrupciones del suministro en Libia a principios de año.
El informe destaca que el incremento en los inventarios, vinculado a la expansión de la capacidad de las refinerías en EE. UU. y globalmente, es la principal razón de la reducción de precios. Además, se anticipa que el consumo de gasolina y diésel se mantendrá estable el próximo año, con un crecimiento leve, siendo el aumento más notable en el caso del diésel.
Evolución del precio de la luz
El catedrático también ha analizado el reciente aumento del precio de la electricidad, que ha subido hasta un 10% en la última semana debido a las altas temperaturas estivales.
Bernardos afirma que a corto plazo no hay forma de evitar este incremento, pero sugiere que a medio plazo se podría mitigar con fuentes de energía que no dependan de condiciones ambientales, como la energía nuclear. No obstante, reconoce que la energía nuclear enfrenta limitaciones.
El economista explica que el precio de la electricidad disminuye cuando la energía fotovoltaica y eólica están en niveles óptimos. Sin embargo, cuando se utiliza gas natural para la producción de electricidad, el precio depende del mercado TTF, que actualmente está al alza debido a un almacenamiento de gas natural escaso en Europa.
Como resultado, Bernardos anticipa que este verano los precios de la electricidad se mantendrán por encima de lo habitual.
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